Vecinos ruidosos y molestos: ¿qué hacer ante esta situación?

Una parte importante de nuestra vida se ha desarrolla en el interior de nuestras casas. Pero cuando tienes la mala suerte de tener unos vecinos ruidosos, esto se puede llegar a convertir en una tortura. Los motivos que pueden llegar a quitarnos el sueño son muchos y variopintos: los ladridos de perro, bares o pubs, música demasiado alta, muebles que se arrastran y un largo etcétera. Te contamos qué hacer con los vecinos ruidosos.

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LA NORMATIVA A RESPETAR POR LOS VECINOS RUIDOSOS

El ruido es un tema muy regulado pero muy disperso. Tenemos la Ley 46/1960 de Propiedad Horizontal, la Ley 37/2003 del Ruido, el Real Decreto 1367/2007 de desarrollo de la citada Ley del Ruido y otras tantas a nivel europeo, autonómico e incluso local.

Franjas horarias y límites de ruido

A pesar de lo cual, podemos encontrar unas ideas comunes a todas esas normas. Se han diseñado unos horarios en los que se permiten distintos niveles de ruido. Cabe decir que podrá modificarse el empiece y fin de cada una, pero no la duración de cada franja horaria. Por eso, para saber exactamente hasta qué hora se puede hacer ruido en casa o a partir de qué hora se puede hacer ruido, tendrás que consultar las ordenanzas de tu municipio.

  1. Periodo de día: desde las 7:00 hasta las 19:00 horas. (Total de 12 horas)
  2. Periodo de tarde: desde las 19:00 hasta las 23:00 horas. (Total de 4 horas)
  3. Periodo de noche: desde las 23:00 hasta las 7:00 horas. (Total de 8 horas)

En esos periodos tenemos unos índices de referencia de lo que se consideraría un ruido admisible en el interior de las viviendas, y que funcionarían como límites. Todo lo que esté por encima se considerarán sonidos molestos.

  1. Estancias:
    1. Horario diurno: 45 db
    2. Horario de tarde: 45 db
    3. Horario nocturno: 35 db
  2. Dormitorios:
    1. Horario diurno: 40 db
    2. Horario de tarde: 40 db
    3. Horario nocturno: 30 db

QUÉ HACER SI TENEMOS VECINOS RUIDOSOS

Si te encuentras en esta situación, dispones de varias posibilidades para solucionarlo que van desde la vía amistosa hasta la judicial. Para optar por una u otra tendrás que valorar el tipo de ruido, la actitud colaborativa o no de ese vecino y el impacto que tiene esta situación en tu día a día.

Habla con los vecinos ruidoso

La forma más rápida y la menos costosa de atajar el problema es hablarlo directamente con esos vecinos. Trata de explicarle la situación y pedirle amablemente que evita generar ese ruido. Por ejemplo, cambie los horarios, reduzca el nivel de decibelios de la actividad o evite que el perro ladre constantemente.

Burofax o correo certificado de parte de la comunidad

Si eso no surte efecto, háblalo con el presidente de la Comunidad para que pueda requerir a ese vecino el cese inmediato. El artículo 7.2 de la Ley de Propiedad Horizontal permite utilizar esta vía como último recurso antes de entablar acciones legales.

Junta de Propietarios para interponer la acción de cesación

En el caso de que esa otra vía amistosa tampoco funcione, podremos llevar el asunto a la junta de Propietarios y posteriormente a los Juzgados. Siempre que se autorice podrá presentarse en nombre de la comunidad una acción de cesación, que se tramita igual que un juicio ordinario.

Denuncia administrativa ante el Ayuntamiento

Si por cualquier motivo, no encuentras apoyo en el resto de vecinos también puedes poner una denuncia administrativa ante el Ayuntamiento. Sería recomendable que previamente hayas denunciado ante la Policía Municipal para que puedan medir y acreditar el incumplimiento de los decibelios permitidos. Esta denuncia no podrá ser anónima.

Denuncia o demanda particular ante los juzgados

Cuando hablamos de denunciar a vecinos ruidosos podemos elegir entre la vía civil o la penal. La segunda opción se reserva para aquellos casos en los que se haya visto seriamente afectada nuestra salud y decidamos pedir una indemnización por los daños y perjuicios causados.


CONSECUENCIAS PARA LOS VECINOS RUIDOSOS

Las consecuencias que podrán sufrir este tipo de vecinos varían dependiendo de la vía que hayamos escogido. Enumeramos a modo de ejemplo algunas de ellas:

  • Obligación de abandonar la vivienda durante un periodo de hasta 3 años
  • Indemnización a la otra parte por daños y perjuicios causados
  • Multa o sanciones administrativas por incumplir las Ordenanzas municipales
  • Prohibición de tener animales en la vivienda
  • Derivación en asunto penal por posible abandono o maltrato animal
  • Clausura de negocio mientras no se ponga remedio a la contaminación acústica
  • Obligar a realizar obras de insonorización

CASOS REALES DE VECINOS RUIDOSOS

Aunque lo normal es que este tipo de asuntos se solucionen por la vía amistosa, hay algunos que se complican de tal manera que acaban en los Juzgados.

Ladridos de perro

La Audiencia Provincial de Valencia confirmó la Sentencia dictada por un Juzgado de Primera Instancia de Massamagrell que condenaba a los demandados a indemnizar a la otra parte en la suma de 10.950€ por los constantes ladridos del perro de aquellos durante 2 años. En este caso, el propio Ayuntamiento conminó al demandado a realizar cuanto hiciera falta para evitar los ladridos del animal, sin que surtiera efecto. En caso contrario, se abriría expediente sancionador.

Música excesivamente alta

A veces los vecinos molestos no sólo arrastran muebles a deshora. En otras ocasiones, es la música excesivamente alta sin respetar los horarios de ruido permitidos. En este caso, la Audiencia Provincial de Madrid confirmaba la sentencia de un Juzgado de Primera Instancia de Madrid que impuso la privación del uso de la vivienda durante un año a un vecino por la continua y persistencia de ruidos molestos, golpes y música excesivamente alta. Todo ello tras las insistentes quejas de los demás vecinos y la propia actuación de la Policía Municipal.

Instrumentos musicales

A veces el ruido no tiene por qué ser estridente o desagradable. Este es el caso de una Sentencia dictada por la Audiencia Provincial de León que condenó al demandado a dejar de tocar la tuba, la trompeta y el trombón por no estar la vivienda insonorizada. No sólo eso, también lo condenó a pagar a la parte demandada la suma de 2.000€.

Locales o negocios colindantes

Muchas veces las inmisiones de ruido provienen de negocios o locales de ocio que puedan estar situados cerca de nuestra vivienda. La Audiencia Provincial de A Coruña impuso a un café-bar la clausura del negocio hasta que fuera debidamente insonorizado y a abonar 20.000€ a cada uno de los demandantes. La inmisión de ruido por la noche provocó trastornos del sueño y ansiedad entre otras patologías a los vecinos demandantes.

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